Pensar que la relación con los alimentos es conflictiva solo para las mujeres, es un error, ya que esta, puede ser igual de difícil para hombres y mujeres.
Vivimos en una sociedad que nos bombardea constantemente con mensajes publicitarios donde las personas que se muestran como exitosas tienen la característica de mostrarse como delgadas y jóvenes. Estas imágenes sutilmente introducen en nuestro inconsciente la idea de que para triunfar en la vida debes tener el cuerpo mostrado en las imágenes publicitarias.
En el caso de las mujeres, el caso puede ser un poco más complejo ya que la Industria de la moda particularmente escrudiña muchísimo cada aspecto del cuerpo femenino, generando una presión de encajar en ciertos tipos de estilo, que se consideran de vanguardia y moda.
Desde el siglo 19 las modelos de moda de occidente se muestran como más altas y delgadas que el promedio de mujeres existentes.
El aumento en la tecnología de alteración de imágenes por computadora ha generado como resultado la reproducción de fotos digitales y publicidad de mujeres que tienen estándares fuera de la realidad, que siempre aparecen como glamurosas, super humanas, y perfectas. Lo interesante es entender que todas estas imágenes con filtro son irreales, y que incluso estas modelos en la vida real no tienen una apariencia tan perfecta como la que aparece en sus fotografías.
Recibir estas imágenes publicitarias nos deja el mensaje, que solo al parecerse a estas imágenes uno puede ser exitoso en sociedad. Entonces la presión surge entre el miedo a no poder controlar como tú apariencia puede estar acorde a lo que los medios muestran, y te lleva a preocuparte en la imagen computarizada como una imagen referencia de peso y estatura “ideal”.
Adicionalmente, hay que considerar que la industria de las dietas gasta millones de dinero en publicidad que puede ser nociva y generar dificultades y trastornos alimenticios.
Investigaciones muestran que el 90% de los hombres y mujeres se encuentran preocupados por el tamaño de su cuerpo, dieta o ejercicio, y buscan de alguna manera u otra redefinir su forma natural de cuerpo.
Factores que pueden contribuir a los trastornos alimenticios
- Baja autoestima
- Dificultad en las relaciones con los demás
- Problemas familiares
- Ansiedad
- Depresión
- Estrés
Es importante considerar que los desórdenes alimenticios, no solamente tiene que ver con las imágenes que recibimos de medios, estos también tienen un trasfondo de problemas emocionales, psicológicos y de vínculos que debemos considerar.
Las causas psicológicas de los trastornos de alimentación no son necesariamente por traumas que las personas recibieron en su vida, sin embargo, es bastante común que aparezcan cuando las personas han sostenido problemas o situaciones difíciles de atravesar por largos períodos de tiempo.
La comida puede ser utilizada como una manera de controlar sentimientos difíciles, cuando estamos comiendo normalmente lo que sucede es que el proceso de digestión se lleve gran parte de nuestra energía, y es por esta razón que la mente que normalmente no tiene una localización específica en ninguna parte del cuerpo se movilice y los pensamientos y sentimientos que nos causan malestar o angustia disminuyan o se sientan en menor medida.
Tipos de Desórdenes Alimenticios
- Alimentación Compulsiva
- Bulimia Nerviosa
- Anorexia Nerviosa
Alimentación Compulsiva
Esta dificultad se da cuando una persona encuentra una necesidad inexplicable de llenarse, normalmente se asocia a sentimientos de vacío o angustia que no pueden ser soportados y tienen que ser llenados con algo más.
El cúmulo de sentimientos difíciles o pensamientos amenazadores, pueden hacer que la persona se sienta completamente cargada y abrumada por sentimientos difíciles como la vergüenza e inconformidad con su imagen personal.
Estos sentimientos y pensamientos pueden generar un periodo donde exista un rígido régimen de dieta que luego termina en una compensación compulsiva de alimentos que puede generar una crisis de tipo compulsivo.
Las personas que comen compulsivamente inmediatamente se sienten que tienen mayor peso del que deberían tener, inclusive cuando ni las medidas ni balanzas lo determinen, y esto puede llevar a conductas compensatorias que mitiguen la culpa del comer compulsivamente, mediante conductas que comprometan la salud.
La alimentación compulsiva no responde al hambre física, sino más bien intenta llenar el hambre emocional, que al sentirse hace que la persona que está comiendo pierda todo el control de la comida.
El comer por atracón entonces, domina cualquier voluntad del sujeto para poder parar sus alimentación compulsiva, ya que solo comiendo compulsivamente logra desaparecer estos sentimientos difíciles que el hambre emocional despierta.
En este punto vale diferenciar el hambre física del hambre emocional:
Hambre física
- Aparece poco a poco y no súbitamente
- El organismo que la siente puede esperar.
- En el momento que te encuentras satisfecho puedes parar
- Cuando aparece tenemos deseo de cualquier alimento
Hambre emocional
- Su aparición es espontánea y está relacionada a dificultades de tipo emocional especialmente cuando la persona se ha vuelto enfrentada a situaciones que le producen sentimientos difíciles.
- Cuando la sientes te lleva a la urgencia de comer inmediatamente, esta no puede esperar te hace sentir que debes comer en ese momento.
- Te lleva a comer, aunque te sientas satisfecho
- Cuando aparece tenemos deseos de comer cierto tipo de alimentos específicos, responde a los llamados antojos.
Si tu hambre es emocional, recuerda que no será saciada nunca con alimentos, si este es tu caso, es mejor consultar con tu psicólogo de confianza que te ayudará a identificar que situaciones está despertando esta hambre y cómo puedes superar estos episodios que conducen al atracón.
Bulimia Nerviosa
Este es un ciclo donde el exceso de alimentación por atracón o alimentación compulsiva se encuentra seguida por conductas compensatorias que normalmente incluyen el vómito inducido, o la purga con laxantes de efecto rápido.
Este problema de alimentación frecuentemente se lo mantiene en secreto, haciendo que la persona tenga que atravesar todas estas conductas en completa soledad y no se atrevan a hablar al respecto lo que genera mayor malestar en la manifestación de los síntomas.
Las personas que padecen bulimia se encuentran constantemente preocupadas con la cuenta calórica de comida y el tamaño de su cuerpo. Es posible que puedan tener listas donde se cuenten las calorías y los carbohidratos de cada comida para poder auto prohibirse del consumo de estos.
Este trastorno es difícil ya que al ser vivido en soledad trae consigo características de tener que mantener el secreto, vergüenza y culpa, haciendo que su comportamiento también cambie hasta que se atrevan a buscar ayuda.
Quien padece de bulimia puede experimentar entre otros malestares los siguientes:
- Humor fluctuante y cambiante
- Daño a los riñones
- hinchazón en las glándulas salivales
- Daños al estómago y el esófago
- Pérdida de los fluidos del cuerpo
- Debilidad muscular
- Desmayos repentinos
- Taquicardia
Esta conducta responde a dolores emocionales, donde la persona puede sentirse fuera de control e incapacitado para resistirse al deseo de vomitar o purgarse. Es importante considerar que estas conductas se dan por enfermedad, no son voluntad de la persona y por tanto requieren ayuda profesional integral y multidisciplinaria para lograr su mejoría. Pensar que a la persona solo le falta voluntad para salir y recriminar su incapacidad de recuperarse es contraproducente.
Anorexia Nerviosa
Las personas que experimentan anorexia frecuentemente se encuentran obsesionadas con comida y las dietas restrictivas que impiden la alimentación saludable. Es muy frecuente que estas personas estén constantemente haciendo dietas o ejercitándose para perder peso.
La población que comúnmente se encuentra afectada son las mujeres en edades entre 15 a 25 años, sin embargo últimamente se ha observado un incremento en la población masculina con estos trastornos.
A pesar de que en apariencias ellos tengan muy poco peso suelen sentirse extremadamente excedidos de peso. La anorexia es un trastorno de salud que puede acarrear dificultades severas para enfrentar la vida, incluso tener una sintomatología tan compleja que puede llevar a la muerte a quien la padece.
Quienes la padecen frecuentemente sienten bajos niveles de autoestima y tener implicaciones emocionales que son importantes descifrar en un contexto psicoterapéutico, ya que los síntomas traen sentimientos de aislamiento que pueden derivar en efectos que desencadenan:
- Disturbios del sueño
- Habilidades mentales reducidas
- Presencia de lanugo en el cuerpo
- Circulación pobre
- Sentir mucho frío
- Experimentar fatiga
- Daños al sistema osteomuscular incluyendo la posibilidad de deformidad de los huesos y osteoporosis
- Mareos repentinos
- Interrupción del crecimiento
- Disfunciones en tracto digestivo
- Sentimientos de abandono, soledad, vergüenza, culpa y sufrimiento emocional.
Si consideras que tu u otras personas cercanas a ti pueden estar atravesando desordenes alimenticios, te proponemos 10 tips que pueden ser de ayuda
- Busca libros de autoayuda. – Investigaciones han demostrado que los libros de autoayuda pueden ser de gran ayuda y efectivos en el momento de comprender el padecimiento de los trastornos alimenticios
- Utiliza un diario terapéutico para escribir los pensamientos y sentimientos que vas atravesando que te permitan identificar ideas y creencias arraigadas y te ayuden a conocerte mejor.
- Empieza a analizar los sentimientos que aparecen debajo de los trastornos alimenticios, identifica si tu hambre es emocional o física y trata de identificar las dificultades emocionales que se esconden en el trastorno.
- pregúntate que es lo que realmente quieres en lugar de la comida. Muchas veces la comida puede estar ocupando el lugar de una preocupación, identifica que está sustituyendo, tal vez algún miedo, estrés, necesidad de cercanía, conversar con alguien.
- Empieza a nutrirte de experiencias gratificantes y buenas para ti, que incluyan tiempos de relajación y de priorizar tus necesidades antes que las de los demás.
- Empieza aceptar con amor quien eres y comienza a decirte si a las cosas que quieres hacer, pensar o sentir, aprende a aceptar la forma y manera que eres y apreciarte y amarte a ti mismo.
- Evita ser demasiado critico contigo mismo y juzgarte duramente por cada acción que cometes, la autocrítica puede llevarte a sentir una compulsión a cometer actos de desorden alimenticio.
- Analiza tu historia descubriendo todos los episodios críticos que has atravesado con los miembros de tu familia, mira si existen periodos de crisis o de cambio donde los trastornos alimenticios estuvieron presentes, esto ayudará a que puedas encontrar un patrón de conducta asociado a dolores emocionales. Ponerte en sintonía con estas emociones difíciles puede ayudar a resignificar experiencias y a aliviar el dolor emocional que deriva en un trastorno de la conducta alimentaria.
- Observa tus patrones de comportamiento, mira la forma en la que re relacionas con otras personas, mira si tus relaciones son equitativas en el dar y recibir, si es que no es así consulta con tu psicólogo de cabecera sobre cómo desarrollar la asertividad y mejorar tus relaciones.
- Se gentil contigo mismo, para poder cambiar tenemos que partir de la aceptación, y la aceptación no es otra cosa que ser amorosos con nosotros mismos y con nuestro proceso. Acepta todo de ti, la forma en la que eres, la forma en la actúas la forma en la que transmites ideas. Solo mediante la aceptación viene el cambio, y solo lo que aceptamos definitivamente nos trasforma.