Mindfulness y Psicoterapia

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Por: Msc. Daniela  Hidrovo, Psicóloga Clínica Magister en Mindfulness y Psicoterapia

En los últimos años la palabra “mindfulness” se ha popularizado y ha sido parte del vocabulario común de las personas, revistas, empresas y de nuestra sociedad en general. Sin embargo, ¿Qué es en realidad el mindfulness? Primero, para poder entenderlo con mayor claridad es importante enfatizar que no es Mindfulness. Mindfulness no es un proceso de relajación, no es poner la mente en blanco, escapar del dolor, o dejar de tener emociones y pensamientos. Al contrario, es aceptar aquellas emociones y pensamientos que surgen en nuestro día a día, y tener la capacidad de apartarlos con amabilidad. Entonces, ¿Cuál es el significado de la palabra mindfulness?

La palabra Mindfulness proviene de dos lenguas antiguas: sánscrito y pali, en las cuales se la define como recordar. Recordar un objeto, o el objeto que está captando nuestra atención. En efecto, es tener la capacidad de prestar atención a algo en específico sin distraerse.  Profundizando un poco más, los textos clásicos sobre mindfulness suelen incluir la palabra conciencia o conocer. Al poner ambas palabras en contexto, mindfulness podría definirse como “la capacidad de darnos cuenta de lo que está sucediendo en nuestra mente” (Greenland, 2017, p.76), por lo tanto, en nuestro interior.

Por su parte la palabra mindfulness en castellano puede ser definida como atención plena o consciencia plena, teniendo en consideración las dos palabras fundamentales que se observaron previamente en la traducción del idioma Pali. Uno de los referentes principales del mindfulness es Thich Nhat Hanh, que define al mindfulness como “mantener la conciencia habitando la realidad presente”, enfatizando la importancia de darse cuenta del aquí y el ahora, teniendo el conocimiento de lo que pasa en nuestro interior.

            Otro gran referente del mindfulness es Jon Kabat Zinn quien expresa dos definiciones importantes sobre el mindfulness:

  • “Llevar la atención a las experiencias que se están experimentando en el momento presente, de un modo particular, aceptándose y sin juzgar” (Jon Kabat Zinn, 1990)
  • “La conciencia que emerge a través de poner atención en el momento presente, con un propósito y sin enjuiciar, a la experiencia que se despliega momento a momento” (Jon Kabat Zinn, 2003)

Su primera definición incluye palabras claves como atención, presente, aceptar y no juzgar. Teniendo en cuenta la importancia de prestar atención a las experiencias que son parte del momento presente, con aceptación y sin juzgar. En su segunda definición añade una palabra fundamental: el propósito. La intención que tenemos de prestar atención a diferentes elementos de nuestro presente aclara la diferencia entre el mindfulness y otras prácticas contemplativas. El decidir a dónde vamos a dirigir la atención nos permite desarrollar nuestro cubo de la conciencia que amplía nuestra capacidad de ser receptivos con mente de principiante y sin apegarnos a juicios. En efecto, tenemos la capacidad de llegar a un lugar de calma donde atenderemos con curiosidad y amabilidad a nuestras experiencias, ampliando así nuestra compasión con nosotros mismos y los demás.  

Tener una idea clara de lo que es mindfulness es fundamental para generar mejores intervenciones y elementos de medición, aportando así a la investigación y a una mejor comprensión de cada individuo dentro del ámbito de la psicoterapia

Prácticas mindfulness y su aporte en la psicoterapia

Existen varias prácticas mindfulness que podemos aplicar en el día a día en el ámbito de la psicoterapia. Entre estas están: la práctica de atención a la respiración, información sensorial y sensaciones corporales.

  1. Práctica de atención a la respiración: Al ser la respiración parte de nuestro día a día de manera natural, es una gran herramienta que puede ser introducida con facilidad durante un proceso terapéutico. La respiración ayuda a la persona a calmar su mente, centrar la atención en el presente y a tomar un rol de observador (de sus emociones, pensamientos y sensaciones físicas), como menciona Greenland en su libro “Los juegos mindfulness” (2017) las actividades mindfulness que trabajan en la gestión del estrés y el dolor suelen aconsejar concentrarse en la respiración, ya que este sencillo desplazamiento de la atención puede aliviar el malestar físico y mental.

De igual forma, se puede observar que, en varias intervenciones como en el tratamiento para ansiedad la respiración es una práctica importante. Permite a la persona regularse emocionalmente, bajar al cuerpo y no dar peso, tiempo y energía a los pensamientos que aumentan el nivel de ansiedad en el momento.

En un inicio contar la respiración, o mencionar internamente las palabras “inhalar”, “exhalar”, “dentro” y “fuera”, son de gran ayuda para comenzar a prestar atención a la respiración. De igual manera, el centrar la atención ha esa parte del cuerpo donde la persona percibe su respiración con mayor facilidad es de gran apoyo durante la práctica.

  1. Práctica de atención a la información sensorial: Al ser los cinco sentidos una puerta a nuestro mundo presente, la información sensorial permite a las personas por medio de tareas cotidianas en su día a día como: bañarse, lavar los platos, lavarse los dientes, comer, caminar al trabajo o por las calles, centrar su atención a lo que en realidad esta pasando en el momento. Ayuda a nuestra a mente a no divagar entre el pasado y el futuro y a disfrutar plenamente de lo que esta ocurriendo en el momento presente. La práctica de información sensorial es una gran herramienta para invitar a nuestros pacientes a incluir prácticas de mindfulness en su día a día, al tomar consciencia de los olores, sabores, texturas, vistas y sonidos de su alrededor.

 

  1. Práctica de atención a las sensaciones corporales: Al ser el cuerpo una fuente de información directa, como terapeuta nos permite tener una visión más clara de lo que puede estar sucediendo con el cliente. Es una fuente de información que clarifica la diferencia entre lo tangente y real con lo que es irreal o fantasía, producido por la mente. La práctica de atención a las sensaciones corporales es un trabajo constante de consciencia corporal que permite a la persona ser testigo u observador de las sensaciones físicas que se presentan en su cuerpo sin reaccionar, y la relación que tienen estas con sus emociones. El cliente puede observar sus emociones con curiosidad y apertura desde su cuerpo. Cada pequeña práctica es una oportunidad de identificar las diferentes emociones, en que parte del cuerpo suelen ser expresadas y sentirlas en el momento. Así cada persona, puede comprender que es lo que le está sucediendo en su día a día y tener la opción de decidir cómo responder a diferentes escenarios.

Durante consulta podemos acompañar a nuestros pacientes a realizar un barrido corporal. La idea inicial, es que el paciente pueda mover su foco de atención por las diferentes partes del cuerpo observando las sensaciones físicas que percibe en cada una de estas. Es importante enfatizar que la intención de esta práctica no es relajarse, o entrar en un estado en específico. Al contrario, es explorar con curiosidad el cuerpo, que información nos da y observar cómo podemos jugar con nuestra atención en diferentes momentos de nuestro día.

 

 

Bibliografía

 

Alonso, M. (2016). Mindfulness en el tratamiento de los trastornos de ansiedad.  Mindfulness en la práctica clínica. (3ra ed.). Descleé de Brouwer.

Calle, S. (noviembre, 2020). Introducción al Mindfulness. Comprensión del Mindfulness.

Trabajo presentado en Postgrado en Mindfulness y Psicoterapia. Barcelona, Barcelona.

Greenland, S. K. (2017). Juegos mindfulness: Mindfulness y meditación para niños, adolescentes y toda la familia. Madrid: Gaia Ediciones.

Kabat‐Zinn, J. (2004). Vivir con Plenitud las Crisis. Cómo utilizar la sabiduría del cuerpo y de la mente para afrontar el estrés, el dolor y la enfermedad (Trad. Días, F. T., y Péres, P.). Barcelona: Kairós. (Trabajo original publicado en 1990).

Nhat Hanh, T. (1975). El milagro del mindfulness: Una introducción a la práctica de la       meditación. Ediciones Oniro.

Siegel, D. J. (2010). Cerebro y Mindfulness. Espasa Libros.

 

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