La mayoría de los seres humanos nos preocupamos en ocasiones acerca de nuestro aspecto personal y apariencia, para algunas personas estos cuestionamientos nos afectan ocasionalmente, mientras que para otros es más permanente, y su permanencia dentro del tiempo hace que se vuelva difícil sobrevivir sin ansiedad, ya que podemos gastar mucho tiempo en preocupaciones como que físicamente podríamos ser más atractivos, y así nos sentiríamos apreciados por los demás y probablemente nuestros problemas desaparecerían.
En los últimos años, se catalogó a esta dificultad como dismorfia, que no es otra cosa que la preocupación de ser reconocido en una forma específica que consideramos tener y que la creemos negativa, aunque no lo sea.
Algunas veces esta preocupación está ligada a un hecho físico especifico del cuerpo y para otro esta preocupación se debe mas a un aspecto general.
Estas preocupaciones pueden ser una fuente de mucho malestar y estrés, puede acarrear estados depresivos, aislamiento social, o y familiar, haciendo que el círculo cercano no pueda entender lo profundo que estos sentimientos y pensamientos nos afectan y por que nos sentimos tan descontentos con la vida que tenemos y expresemos malestar la mayor parte del tiempo.
Comportamiento vinculado a las preocupaciones de la apariencia
Si sientes preocupaciones acerca de tu apariencia, encontrarás que los siguientes patrones de conducta te suenan familiares:
Preocupación y sobreanálisis.- Talvez te das cuenta que gastas mucho tiempo de tu jornada diaria pensando en todas las cosas que tienes que no te gustan, enfocándote en los detalles de ti mismo que te molestan o “que no cumplen las expectativas”, y esta forma de pensar te lleva a darte cuenta que pasas mucho tiempo contemplando cada detalle físico de ti y deseando que fueran diferentes, esta atención focalizada “ en lo que está mal” no disminuye la preocupación sino que la intensifica generando un profundo malestar.
Comparación.- Cuando te preocupas de algún aspecto de tu apariencia, te darás cuenta que estar comparando tu apariencia constantemente con otros, trae mucho dolor y frustración, esta sensación te impide relacionarte perfectamente con el aquí y el ahora, y puedes evitar tener conversaciones con tus amigos o disfrutar películas o actividades que te generan placer, por estar enfocada en los detalles de la apariencia física propia en comparación con la de otros. Trayendo como resultado a conclusiones negativas acerca de ti.
Autoanálisis.- Puedes encontrarte en varias situaciones donde estás demasiado preocupado analizando lo que la gente puede estar pensando de ti o de tu apariencia en lugar de disfrutar del evento y ser tu mismo en ese lugar.
Evitación y restricción de tu personalidad.- En ocasiones evitas situaciones sociales, negándote a ti mismo la posibilidad de tener encuentros y relaciones sólidas y duraderas, por el temor al que dirán de ti, perdiendo la oportunidad de abrirte, ser tu mismo y conectar con las otras personas.
En algunas ocasiones puede ser que tu decidas socializar pese a que no quieras, pero tomas mucho cuidado como debes presentarte a ti mismo o que ropa específicamente debes usar para evitar el escrutinio de las otras personas.
Falta de esperanza y depresión. – Si piensas que no eres atractivo para otros, puede ser difícil tener una esperanza positiva hacia el futuro, y esto puede estar unido a sentimientos de depresión como (labilidad emocional, hipersensibilidad a las críticas del entorno, sueño disturbado, apetito impredecible, baja autoestima, etc.)
Causas de infelicidad respecto a la propia apariencia
Algunos de los siguientes factores pueden contribuir a tus sentimientos de tristeza respecto a tu apariencia:
Énfasis exagerado en la apariencia
La sociedad pone su atención en la apariencia física como puente de entrada para llevarse la impresión favorable o desfavorable de una persona. esto se lo puede evidenciar en el gran cuidado tomado por todas las celebridades para asegurarse que su imagen está realmente perfecta y puedan ser vistas en todas las fotografías incluso en aquellas que fueron tomadas de sorpresa, como la figura ideal que están proyectando, hay que recordar que estas imágenes al ser publicadas han pasado sobre un proceso de filtros y Photoshop que hacen que sean irreales a la apariencia real de las personas, así estas imágenes irreales producen el pensamiento de que la apariencia perfecta debe estar acorde a estas imágenes prediseñadas dentro del estándar de belleza, generando múltiples factores que distorsionan y afectan la salud mental de quienes las observan sin cuidado y sin atención a todos los filtros que utilizaron ellas para llegar a este punto. Esto genera mucha insatisfacción sobre la propia apariencia de cada persona, y crea ilusiones de que algo esta mal en tu imagen personal y debe cambiar.
Dificultad para diferenciar la belleza del ser atractivo
Definir a una persona atractiva es una tarea bastante complicada. En estudios de parejas felices se ha demostrado que las cualidades que las personas encuentran atractiva en su pareja siempre incluyen actitudes o características de su personalidad más allá de su apariencia física, como la gentileza la inteligencia el humor la generosidad el cuidado el compartir intereses en común. Sin embargo, estas cualidades pueden ser difíciles de identificar y definir, por lo que existe una tendencia natural a sobrestimar la importancia de la apariencia física que es mucho más fácil de ser mirada en la realidad a primera vista.
Caer en la trampa de la tristeza por la autoimagen
La gente que es feliz no se preocupa demasiado de las cosas, tiende a ser espontánea y suele ser mucho más atractiva de aquellos que siempre están pensando cómo actuar correctamente, y cómo generar una buena impresión. incluso quienes se despreocupan un poco de esto tienden a ser físicamente mucho más atractivos, por mostrar un aire super relajado frente a los demás.
La tristeza por la autoimagen aparece cuando nos sentimos feos o desalineados. Esto puede generar un círculo vicioso en el que la depresión aparece cuando decidimos que somos poco atractivos y entonces nos miramos poco atractivos porque estamos tristes con nuestra imagen. En este punto cabe recordar que estar deprimido significa que no estamos cuidando de nosotros mismos adecuadamente, y precisamente dejar de preocuparnos y ocuparnos en actuar en consecuencia puede ser un punto de partida.
No sentirte capaz de poder ir más allá de la primera impresión
Recuerda que las presentaciones son solo la primera parte de una relación y una vez que nosotros conocemos a alguien, nuestra estima hacia estas personas usualmente cambia. Es decir, la primera impresión solo nos genera una idea de cómo es la persona y a medida que vamos conociendo le podemos ampliar nuestro conocimiento y acercamiento, o alejamiento hacia esta.
Sin embargo, llegar a conocer cómo son las personas es una de las partes más difíciles en el establecimiento de las relaciones personales y requiere mucho coraje, considera que fijarnos en la apariencia siempre va a ser mucho más fácil.
Si nos convencemos a nosotros mismos que la apariencia física es todo lo que importa, y si somos deficientes en esa área entonces obviamente tendremos nuestras primeras heridas. interesantemente existen muchos casos de personas que son realmente atractivas qué sienten una soledad intensa porque encuentran muy difícil conseguir a personas que los tomen seriamente y no vayan solamente buscando relaciones casuales conversaciones superficiales y relaciones a la ligera.
Memoria y asociaciones
Si has experimentado situaciones de maltrato o vivido experiencias de bullying en el pasado respecto a tu apariencia física puede ser que en el presente te continúes sintiendo insatisfecho contigo mismo. El recuerdo de tu imagen corporal puede venir cargada con asociaciones, positivas o negativas, que recuerden situaciones que en el pasado te hicieron sentir de maneras específicas.
Esto puede generar complicaciones en tus interacciones del presente. Es importante considerar que los aspectos físicos de nuestro rostro y cuerpo pueden también llevar a la familia a comparaciones con miembros de la misma que puedan ser de tu agrado o no, y eso a veces hace que sea difícil manejar esas relaciones cuando tienes las fracciones de gente que realmente no te gusta y no puedes cambiar.
Lo importante en este aspecto es aprender a aceptar desde la parte física quién eres, y soltar las identificaciones físicas con las otras personas. El amor propio y los ejercicios frente al espejo siempre serán una ayuda increíble para ir experimentando una nueva forma de amarte y de mirarte.
Cómo mejorar el Autoconcepto y dejar las preocupaciones del aspecto personal atrás
Conocerte Mejor a ti mismo y a tus patrones de conducta cada vez mejor.
El primer paso para lidiar con las preocupaciones de tu autoimagen es estar atento de que piensas sobre ti mismo y cuales son las ideas que normalmente llegan a tu mente respecto a ti mismo.
¿Cuántas veces te preocupas respecto a tu apariencia?, ¿en qué ocasiones especificas te juzgas a ti mismo? ¿has notado en que ocasiones dejas de preocuparte por tu apariencia y te sientes satisfecho contigo mismo? ¿Con qué personas te relajas? qué personas te hacen pensar que no estas a la altura de las otras?
Un poco de autoanalices de estos aspectos puede ayudarte a entender un poquito de como funciona tu mente y puede ayudarte a entender y mirar el patrón que existe.
Crea espacios de relajación en tiempos de preocupación.
Una vez que hayas podido notar tu patrón especifico de pensamiento y cuales son los detonadores de tu preocupación por la apariencia personal, es momento de empezar a encontrar formas de modificarlos.
Por ejemplo si te das cuenta que gastas mucho tiempo estudiando cada aspecto físico de ti mismo frente al espejo cuando te despiertas y esto te incomoda, prueba empezar a mirarte en el espejo desde una mirada de gratitud por todos los atributos positivos que si tiene tu apariencia, en ocasiones puede ser de ayuda, desviar la mirada, y enfocarte en todo lo bueno que tienes y enviarte mensajes cargados de amor y aceptación.
Intenta utilizar el espejo como una herramienta que te recuerde que debes aceptarte a ti mismo tal y como eres. Podrías utilizarlo para enviarte un piropo cada vez que veas tu reflejo en el espejo o en un vidrio, podrías cambiar la hora en la que sientes que tienes mas paciencia y más amor contigo mismo para evitar miradas de juzgamiento rígidas y duras contigo mismo.
Para mejorar tu autoimagen puede ser importante darte tiempo extra para prepararte, evita elegir que ropa usarás para vestirte en la mañana, puedes preparar la noche anterior la ropa que vas a utilizar, y usarla al día siguiente, esto puede ayudarte a ganar tiempo y estar segura de que la ropa que escogiste era la adecuada y darte tiempo extra para poder arreglarte hasta que te sientas cómodo contigo mismo.
Observa tus pensamientos auto punitivos
Es claro que nuestra forma de pensar no se cambia de la noche a la mañana, pero el primer paso para todo cambio es generar la consciencia de lo que sucede en tu interior.
Presta atención y empieza a escuchar tu propio discurso. ¿Es este positivo?, negativo? ¿Amable? ¿Irritable?, juzgador?, una vez que has observado puedes empezar a enfocar tu atención en todo lo negativo que piensas respecto a tu apariencia y observar cómo te hace sentir esto. Entonces podrás practicar escuchar las cosas positivas acerca de ti mismo, así como las razones que tienes para pensar esto y por que no es posible pensar en otras circunstancias. Se creativo y trata de mirar todas las virtudes que tienes, y empezar a usarlas más frecuentemente en contraposición a los pensamientos negativos. Recuerda que la mente no va a cambiar de la noche a la mañana, pero siempre es bueno ser un poco más justo contigo mismo y con todas las cosas buenas que tienes y que has logrado dejando la rigidez.
Se amable contigo mismo y practica la autoaceptación.
Estamos conscientes que esto es más fácil decirlo que hacerlo, pero si no tomas en cuenta que has desarrollado una forma autodestructiva y tosca respecto a como te miras a ti mismo. Considera si realmente trataras a tus amigos como te tratas a ti mismo ¿seguirías teniendo amigos? Muchas veces somos demasiado amables con los demás y para nosotros mismos tenemos un juicio tan rígido que no podemos salir del ataque persona.
La buena noticia, es que no importa cuanto tiempo te lleves mirando, juzgando y tratando de una forma despectiva a ti mismo, siempre se puede comenzar de nuevo.
La forma más práctica podría ser empezar de a poco. Te sugerimos que cada día dediques 15 minutos a ser amable contigo mismo. Trata de hacerlo sin distracciones, puede ser darte un baño caliente, mirarte al espejo con amabilidad y darte un mensaje bonito, un automasaje, un te caliente, cubrirte cuando sientes frio, poner crema en áreas resecas de tu piel, etc. realmente existen miles de formas de ser cariñoso contigo, basta con estar atento y dedicarte a hacerlo cada día desde una consciencia de amor y aceptación a tus virtudes y defectos.
Es importante considerar que cuando no estas acostumbrado a realizar esto puede ser difícil al comienzo, pero persiste hasta que lo conviertas en un hábito y te darás cuenta como las cosas empiezan a cambiar y mejorar.
Aprende a manejar la depresión
Cuando los síntomas de depresión como el letargo, falta de esperanza, llanto fácil y auto-reproche persiste pese a todas las sugerencias leídas en este artículo, podría ser un buen momento para buscar ayuda profesional.
Recuerda que sentirte solo y desesperanzado respecto a tu autoimagen puede hacerte sentir atrapado, la psicoterapia te permitirá entender las causas de estos pensamientos destructivos, identificar las emociones que aparecen y resignificar experiencias que te producen esto desde una mirada mucha más integradora que te permitirá transcender.
La terapia siempre te da la oportunidad de explorar tus preocupaciones en un ambiente de apoyo y amigable, que desde el conocimiento profesional y técnico te ofrecerá vías de cambio y encontrar como sentirte cómodo con estos sentimientos. Después de todo eres más que tu cuerpo, tu imagen y tus pensamientos. Tu ser esencial y lo que realmente importa va más allá de lo que puedes observar en el espejo.