Aceptar el proceso de duelo, o pérdida de un ser querido, es un hecho cultural. Es decir que dependerá de cómo cada cultura decida cómo afrontar la muerte de alguien que ama.
En algunas culturas está prohibido el llanto ante la muerte de una persona, a fin de que este no interrumpa o perturbe el avance del alma hacia otras vidas. Mientras que en otras culturas el llanto, es la expresión de la felicidad que tienen por el compartir con su ser querido todo el tiempo que duró su vida. Otras culturas muestran a través del llanto su propio malestar.
En las culturas donde se suelen tener periodos expresivos de tristeza muy cortos, o se evita mostrar sentimientos de afectación, lo que sucede es que las personas que sufren la pérdida de un ser querido, se sienten muy solos, y tienen que lidiar en soledad emociones personales intensas, que puedan estar experimentando.
Para lograr aceptar una muerte normalmente atravesamos antes por 5 etapas muy claras.
- Negación.- es muy común negar el hecho, no aceptar que ha muerto, pensar que eso no pudo haber pasado, tener sueños muy reales con esa persona, y despertar confundido pensando que todo fue un mal sueño.
- Enojo.– durante esta etapa normalmente sentimos mucha ira con el entorno, con la misma persona fallecida por haberte dejado o abandonado, puede haber sentimientos profundos de angustia y desesperación donde la confusión y la ira se hace presente, ante cualquier persona que no hizo “lo suficiente” para permitir que tu ser amado continúe con vida.
- Negociación.- es esta etapa difícil donde normalmente se espera un milagro, se hacen promesas de cambio con tal que la persona no se vaya. Puedes incluso confrontar a tus creencias espirituales o religiosas solicitando ayuda o pidiendo que te sea quitada a ti la vida en lugar de la persona que ha fallecido.
- Tristeza profunda.- empiezas a sentir un dolor muy grande al darte cuenta de que quien amas definitivamente ya no está, y no podrás hacer nada para que regrese, y esto causa un dolor tan profundo y desgarrador que te impide cumplir con normalidad tus obligaciones cotidianas.
- Aceptación.- Es la última etapa donde realmente experimentas el vacío de la ausencia de la persona querida, puede ser un proceso difícil emocionalmente, o también traer mucha paz a tu vida.
Es importante entender, que estas etapas no son lineales, ni secuenciales se pueden experimentar avances y retrocesos en el camino de la aceptación y todo esto es completamente normal
¿Qué hacer con tu propio dolor?
La muerte de alguien que es importante para ti, es una de las situaciones más duras que uno afronta en la vida. Independientemente si la muerte fue repentina o anunciada con anterioridad, representa un shock para quien recibe la noticia.
La pérdida de un ser querido suele ser tan dolorosa que impacta de una manera muy profunda, y el dolor que esto genera necesita ser trabajado delicadamente y respetando el proceso de cada persona.
Para aceptar un duelo es importante entender que no existe una guia que nos indique paso a paso rápida de cómo superarlo, no hay guías rápidas que permitan acelerar el paso del dolor que esto genera en nuestra vida.
Hay que entender que durará el tiempo que tiene que durar, y como regla general saber que demora más de lo que esperas ayuda a traer paz a quien todavía no ha logrado superarlo.
Para superar tu dolor no intentes hacerlo todo rápido, superarlo pronto.
El dolor es una respuesta humana y es inevitable, si decidimos suprimir el dolor, saldrá a la superficie después en un evento similar o relacionado a la pérdida, pero para esto ya lleva más carga emocional que puede complicar aún más el proceso.
A veces pareciera que la gente a tu alrededor tienen la expectativa de que existe un “tiempo promedio de recuperación”, donde deberías abandonar el duelo y recuperarte del dolor . Pero debes saber que cada persona tiene su propio tiempo de recuperarse, y nadie debería ser apurado a salir de este proceso.
El aniversario de la muerte, sobre todo el primero, es muy difícil para los seres queridos. y subsecuentemente cumpleaños y fechas relacionadas con el difunto logran traer puntos de recuerdo doloroso atado a la pérdida.
Por esto, es importante encontrar tu propia forma de lidiar con estos tiempos, ya sea haciéndolos especiales como eventos de recuerdo de la persona, como asegurándote de distraerte a ti mismo en estas fechas, mientras el dolor sea aún muy profundo.
La muerte y el duelo es una experiencia enteramente individual, por lo tanto nadie debería decirte cómo debes actuar o sentirte. Cada uno experimenta el dolor en una manera particular, sin embargo te comentamos las reacciones más comunes que se pueden sentir en este proceso:
- Puedes sentirte totalmente paralizado y nublado
- Es muy común rehusarte a creer que la persona realmente ha muerto
- Puedes sentirte muy enojado y desconcertado
- Experimentar sentimientos de injusticia
- Puedes llorar desconsoladamente y sentirte incapaz de realizar tu rutina laboral y personal
- Puedes sentir culpa por estar vivo, mientras la otra persona ha muerto, culpabilidad por no despedirte, o por haber dejado asuntos pendientes o sin resolver.
- Puedes sentir una enorme sensación de vacío con la expectativa de que nadie será capaz de llenarlo nuevamente
- Puedes estar traumatizado por la muerte, especialmente si esta ha sido muy violenta, mediante un accidente, asesinato o suicidio.
¿Cómo afrontar la reacción de los familiares y amigos cercanos?
Debes saber que todas las personas reaccionamos distinto ante la noticia de la muerte de un ser querido. Por lo tanto tenemos diferentes maneras de expresar el dolor.
Existen personas que buscan ayudarte a superar el dolor de maneras prácticas y útiles, mientras que otras podrán escucharte, y brindarte soporte emocional.
Por lo tanto, siempre va a depender de ti hacerles saber cuál es la mejor manera de apoyarte en estos momentos difíciles. Ya sea si necesitas que te escuchen, que te acompañen, que te dejen solo, o que te ayuden a completar tareas laborales o domésticas donde no sientes que tienes energía para completarlas.
Es importante recordar que las personas no saben, ni intuyen lo que necesitas hasta que tú lo dices. Así, que no tengas miedo de pedir o aceptar su ayuda, no es una señal de debilidad apoyarte en alguien cuando necesitas.
Es importante conocer también que existirán otras personas, que no se sentirán en capacidad de ayudarte, incluso pueden ser las mismas personas con las que tú esperabas contar. Esto puede darse por que la muerte en sí misma, representa una dificultad personal para todos, puede ser que muchas personas que esperabas que sean apoyo para ti, tengan asuntos personales sin resolver respecto a sus propias experiencias con fallecimiento de seres queridos, o puede ser que simplemente no sepan como actuar, ni qué decir.
Conocer estas situaciones pueden ayudarte a elaborar tu propio dolor de una manera distinta, y evitar resentimientos con personas que no te brindan la ayuda que esperabas.
¿Cómo ayudarte a ti mismo a superar la pérdida de un ser querido?
A continuación, te proponemos algunas sugerencias que pueden ayudarte a sobrellevar estos duros momentos:
- Reconoce que esto es un proceso, aunque a veces quisiéramos saltarnos rápidamente esta dura etapa, vale considerar que llevará su tiempo y no puedes hacer nada para evitar que esto suceda, darte el tiempo de vivir tu duelo tranquilamente permite superar el dolor.
- Permítete expresar sin culpa y miedo todos los sentimientos y emociones que necesites, evita pensar que tus reacciones pueden afectar a los demás, o que necesitas mostrarte fuerte para otras personas, la realidad es que la muerte es difícil para todos, y cada persona lo manifiesta de forma diferente, tienes derecho a expresar tus emociones tal como lo sientes, y los demás seguramente lejos de juzgarte, te apoyarán, respetarán y entenderán.
- Acepta toda la ayuda que tu entorno quiere brindarte. A veces solemos pensar que podemos causar molestia en las otras personas, sin embargo tus amigos, familiares, y gente cercana ofrecerá su ayuda desinteresadamente, y aceptar esto permitirá que puedas descargar un poco el peso de tus labores y tareas.
- Reconocer que es normal hablar de muerte y que a veces puedes sentir la necesidad de repasar cada uno de los incidentes que hicieron que tus seres queridos mueran, es normal querer hablarlo una y otra vez, ya que esto es una forma de tu cerebro, de procesar toda la carga emocional de esta dura experiencia.
- Si sientes deseos de hablar del suceso de muerte pero no quieres agobiar a tus amigos, o familia, recuerda que siempre puedes buscar la ayuda de un psicólogo clínico quien te apoyará a elaborar este proceso adecuadamente.
- Cuando te sientas listo puedes leer libros que aborden el tema de pérdida y muerte.
- Piensa en formas concretas de reducir tu dolor, algunas formas pueden ser escribir en una carta todo lo que quisiste decir a tu ser querido y no te fue posible, realizar un símbolo que te recuerde y brinde homenaje a tu ser querido, puede ser plantar un árbol y observar cómo florece cada cierto tiempo, prender una vela para festejar los días significativos juntos.
- Hagas lo que hagas recuerda que esta experiencia es una de las más difíciles que vas a atravesar en la vida, por esta razón no la minimices, permítete experimentar a fondo tu dolor, el cual no durará para siempre.
- Ten en cuenta que el proceso de duelo es algo temporal, cuando te encuentras en esta experiencia, sueles sentir que durará toda la vida, que no habrá cómo reponerse, que esta sensación de vacío que sientes jamás desaparecerá, pero bastará con que vuelvas a recibir amor de tu entorno, para que puedas ir sanado y superando esto paulatinamente.
¿Qué pasará después?
Es impresionante y casi increíble darte cuenta que con el paso del tiempo, el dolor empieza gradualmente a desaparecer. A pesar de que pudiste en algún momento que esto no iba a pasar, pues sucede, llega un día donde puedes volver a mirar las cosas tranquilamente, donde vas a poder hablar sin llorar sobre lo ocurrido, donde recordar todo esto te sacará una sonrisa en los labios.
Sin embargo todos estos sentimientos también pueden traer sentimientos de culpa y preocupación de que te estás olvidando de quién murió, cuando llegas a este punto, atraviesas la parte más difícil que tiene que ver con la imposibilidad tuya inconsciente de no dejar ir el dolor, por que eso representaría un cierre definitivo con la persona fallecida, entonces desde lo inconsciente preferimos muchas veces, seguir en luto, seguir sufriendo, por que de esta manera nos aferramos al vínculo que teníamos con el ser amado.
Pero debes entender que lo que te ata a los recuerdos de la persona fallecida, no es tu capacidad para expresar tu dolor o tristeza ante su pérdida, sino todos los momentos compartidos, y las enseñanzas que aportó a tu vida. Por lo tanto, es importante abrirte a ti mismo para dejar ir el dolor, ya que aunque este se vaya de ti nunca se irán los recuerdos, las enseñanzas y el amor compartidos.
Mientras más fácil puedas aceptar la necesidad de dejar de sufrir más fácilmente superarás todo y te permitirás avanzar con la persona fallecida a otro tipo de relación, donde se valora todo lo que en vida pudo darte.