¿Cómo sobrevivir a la ansiedad?

Seguramente cuando experimentaste un episodio de ansiedad, tuviste sentimientos encontrados, ya que los síntomas que este cuadro clínico presenta pueden ser muy molestos e interferir significativamente con tu vida cotidiana.

La ansiedad y la preocupación son procesos fundamentales que todos sentimos en diferentes momentos de nuestra vida, y muchas veces son necesarios para mantener el equilibro.

Algunas personas notan sus ataques de ansiedad, solo cuando los síntomas se experimentan en exceso, y han causado un daño significativo. En tanto que, si los síntomas son leves, pueden ser muy difíciles de identificar.

Muchas personas suelen adaptarse a sus cuadros de severos de ansiedad, percibiéndolos equivocadamente con presiones “normales” de la vida cotidiana, mientras que muchas otras personas pueden llegar a adaptarse y vivir con niveles muy altos de ansiedad sin considerarlos un problema. Sin embargo, periodos prolongados de ansiedad intensa puede llegar a producir daños en la salud por exposición prolongada de reducción de los procesos naturales del descanso, que generan un desequilibrio interno.

Sin embargo, la ansiedad no debe ser considerada siempre como un problema, ya que esta tiene un propósito de salud en nuestro cuerpo. Cabe entonces en este punto comprender, cuál es la función de la ansiedad y cómo esta puede ser útil para nuestra vida.

La ansiedad cumple un rol de protección natural y de equilibrio, ya que nos ayuda y permite mantenernos a salvo de los peligros del entorno. Desde su lado funcional la ansiedad te prepara para enfrentar peligros inminentes del entorno, ya que este mecanismo de protección del cuerpo prepara a tus sistemas internos del cuerpo para producir las reacciones que necesitan ante peligros del entorno, por ejemplo, tener energía necesaria para huir cuando algo puede ser peligroso, darte la fuerza necesaria para vencer un obstáculo, etc.  Entonces, si no sintieras ansiedad ante ciertas cosas, probablemente caerías en riesgos innecesarios como no saber como reaccionar ante un incendio, caerías en lugares altos.

La ansiedad, por tanto, viene a ser un mecanismo de activación fisiológico que activa el mecanismo de huida ante peligros, y la adaptación ante un entorno cambiante y difícil.  No tener ansiedad nos volvería demasiado insensibles ante el ambiente y correríamos riesgos innecesarios que nos vuelvan vulnerable a cualquier ataque del entorno.

Sin embargo, pese a todos los beneficios que la ansiedad produce en nuestras vidas, como el ser necesaria para poder sobrevivir, es importante considerar que cuando esta se presenta en exceso se vuelve poco saludable y puede ser difícil de sobrellevar, sobre todo por que se vuelve muy difícil identificar cuales son sus disparadores y encontrar estrategias que nos permitan manejarla.

Síntomas de la Ansiedad

A continuación, numeramos una lista de signos y síntomas de la ansiedad, los mismos que pueden experimentarse aisladamente o en conjunto.

Signos Físicos. – Corazón acelerado, boca seca, incremento del ritmo de la respiración, incremento de la sudoración, problemas urinarios o digestivos, temblores, dificultades para conciliar el sueño.

Sensaciones. – Entumecimiento muscular, agitación, comezón o picazón en diversos lugares del cuerpo, rigidez articular, sensaciones incomodas y displacenteras en el estómago, dolor de cabeza, o dolores en diferentes lugares del cuerpo.

Imaginación. – Cuando estamos ansiosos nuestra mente, tiende a producir estallidos fuertes de imaginación, anticipándose a situaciones que probablemente no han pasado todavía, y añadirle ciertas dosis de pesimismo a todo lo que puede pasar, esto es un mecanismo de defensa de nuestro propio cerebro que nos muestra el peor escenario que puede pasar a fin de que estemos preparados para enfrentar lo peor. Lo cual puede producir mucho malestar y disturbio.

Pensamientos. – ansiedad tiende a incrementar en correlación a los pensamientos que tenemos respecto a algo que nos preocupa. Usualmente los pensamientos son automáticos y negativos por naturaleza, y adicional a esto, los pensamientos se ubican en una realidad donde no podemos actuar en concordancia por que se ubica en un tiempo donde el cuerpo no puede actuar.

Relación con otros. – Cuando hablamos de ansiedad, se muestran dos conductas típicas, la primera puede ser que una persona ansiosa se aísla de la gente y sufre en silencio su malestar, y la otra es que puede volverse demasiado dependiente de ciertas personas, buscando que estas den respuesta pronta a las preguntas o dudas existenciales o les ofrezcan soluciones a sus problemas de forma inmediata, o estar en presencia de ciertas personas para calmarse

Actividades. –  te puedes volver más frenético cayendo en actitudes hiperactivas o más comúnmente, en evitación de la fuente que produce preocupación. Por ejemplo una persona que le produce ansiedad hablar en publico sobre un tópico visto en la universidad, le puede ser muy fácil ausentarse a esa clase y dejar de tomar la asignatura para no sentir lo difícil de experimentar estas situaciones.

Sentimientos. – incomodidad, y displacer como sentimientos que acompañan las actividades del día a día y que van desgastando y quietando poco a poco la diversión a la vida.

¿Cómo identificar los disparadores de la Ansiedad?

Identificar los síntomas de la ansiedad es el primer paso. Sin embargo, hay que entender que estos síntomas nos afectan de manera uniforme.  Es muy regular que la ansiedad se produzca por 2 o mas situaciones que la disparan.

 

Frecuentemente nada dispara tanto la ansiedad como imaginarte a ti mismo en una situación temida, cuando realmente no existe ni la mínima posibilidad de que esto suceda. Sin embargo, al sentirlo tan real, tu cuerpo empieza a pensar que es una probabilidad y envía señales que producen ansiedad y toman diferentes formas de expresión, entre las cuales podemos citar las siguientes:

  • Ansiedad General  (sentirte ansioso acerca de muchos aspectos de tu vida)
  • Preocupación continuamente, estamos repensando siempre un problema por encima de enfocarnos en encontrar una solución, esto se llama el pensamiento rumiante.
  • Ansiedad Especifica, cuando ya puedes identificar qué situación particular te produce el estado de ansiedad
  • Fobia, miedo excesivo sobre situaciones particulares que normalmente terminan en
    evitación
  • Ansiedad por temas de salud, donde la preocupación se encuentra alrededor de la idea de que pueda ser lastimado.
  • Ataques de pánico que son ataques descontrolados de síntomas de ansiedad física.

Todos estos síntomas pueden ser leves, moderados o crónicos, y esto va a depender de la historia de cada persona, sus mecanismos de adaptación, y la posibilidad de atender y centrar su mente en el presente.

Manejo de la ansiedad.

Para poder tratar la ansiedad es importante acercarse, al entendimiento de que así como la ansiedad se dispara, también se pueden encontrar formas de ir calmando y aliviando los síntomas. Pero, es importante considerar que cuando se trata de ansiedad pueden existir paradojas, sobre como la preocupación te juega una trampa cuando intentas reducir tus niveles de ansiedad.

A continuación, te proponemos algunos ejemplos cuando esto ocurre:

  • Creas mas ansiedad si empiezas a preocuparte sobre como controlar o aliviar todos los síntomas
  • Puedes mantener tu ansiedad, solo con el pensamiento de que está mal no preocuparse y cuando no te preocupa estas en un modo inseguro y poco relajado.
  • Te puedes preocupar acerca de no resolver todas tus preocupaciones a la primera
  • Usualmente no existe una simple y única solución para las cosas que nos producen temor y ansiedad.  

Sobreviviendo a la Ansiedad

Para poder vivir con esto, no hace falta esperar a no sentir ningún síntoma, hay que recordar que la ansiedad es necesaria y buscar sentir un alivio completo en ocasiones, cuando se vuelve a producir puede generar mucha frustración.

En lugar de buscar eliminarla completamente de tu vida, pregúntate y descubre como esta puede aportar a tu vida.

Es importante recordar, que la ansiedad tiene un componente funcional y un componente patológico, tu ansiedad es funcional cuando te protege de los estímulos externos que pueden hacerte daño, y se puede volver patológica cuando esos estímulos que hacen daño no están en la realidad efectiva, sino en tu mente.

La ansiedad puede ser de ayuda en muchas ocasiones.

Para poder sobrevivirla te proponemos algunas consideraciones:

  • Identifica que dispara tu ansiedad y cómo se manifiesta en tu cuerpo, ya que la respuesta que la ansiedad produce en cada cuerpo es única, y si logras identificar como se manifiesta, será más fácil identificar como sanarla.
  • No esperes a que la ansiedad desaparezca de tu vida aprende a vivir con ella y a reconocer las grandes lecciones que viene a mostrarte, muchas veces la ansiedad se activa cuando algo que estas haciendo es contraproducente para tu bienestar o propósitos personales, y es como una voz de ayuda interna que te vuelve a lo más esencial de
    ti.
  • Identifica cuales son los pensamientos de preocupación que tienes, ya que muchas veces la ansiedad solo te muestra las probabilidades de los temores que están dentro de
    ti.
  • Al identificar como se manifiesta la ansiedad en ti, podrás alcanzar un tratamiento específico que te ayude ya que no es lo mismo tratar una ansiedad generalizada que una fobia específica, y encontrar el enfoque de tratamiento adecuado a la manifestación de la ansiedad suele ser de mucha utilidad.
  • Dialoga con tu psicólogo de confianza respecto a como puedes mirar la ansiedad desde un punto de vista mas objetivo, y entender el tratamiento correcto para ti
  • Observa las situaciones que estas evitando debido a tu ansiedad y comienza a considerar como podrías comenzar a retomar las actividades en pequeños pasos.
  • Debes volverte un experto en ansiedad, conocer todo respecto a activadores y tratamiento ya que esto permitirá que lo detectes más rápido y evitar que se acreciente innecesariamente.
  • Dividir los grandes problemas en secciones cortas, hace que los problemas sean más fáciles de realizar y eviten problemas de ansiedad.
  • Afronta los miedos, aunque sea en pequeños pasos, no te asustes por lo que la ansiedad puede producir, pequeños afrontamientos permiten ir reduciendo los temores innecesarios y te llenaran de satisfacción y energía por las cosas que vas
    logrando cada día.
  • Toma rutinas de relajación frecuentemente, no esperes a llegar a un punto crítico de
    ansiedad para empezar a disminuir el estrés, realizar ejercicio físico periódicamente y haciendo actividades que te produzcan placer y diversión le acostumbraras a tu cerebro a que encuentra la forma fácil de volver a esas actividades.
  • Reduce tu consumo de alcohol, drogas y sustancias estimulantes.
  • En caso de que la ansiedad suba a un punto crítico que ponga tu salud en riesgo, recuerda que existen medicamentos que pueden ayudar a aliviar los síntomas que se producen en crisis específicas.
  • Identifica los pensamientos negativos, catastróficos y fuera de proporción que normalmente traen ansiedad a tu vida y cámbialos por ideas y experiencias nuevas que te permitan escribir un nuevo comienzo a tu vida.

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