Te has preguntado ¿qué hacer para evitar perder tu tiempo en actividades que no son muy útiles a tus metas? ¿tu tiempo se acaba y no logras terminar ni la mitad de lo que tenías planeado? Si tus respuestas fueron afirmativas, probablemente estas cayendo en procrastinación.
La ley de Pareto nos dice que el 20% de tu esfuerzo determina el 80% de tus resultados, si entendemos esta ley nos daremos cuenta que basta enfocar nuestra atención en realizar las tareas conscientemente ciertas tareas, no todas sino las más importantes, para lograr un resultado formidable. Sin embargo, para llegar a este punto es importante entender qué es procrastinar.
Procrastinar significa postergar algo para mañana que podría darte beneficios hacerlo hoy. Es tu caso que redactas tus informes, tareas o pendientes, justo al último minuto de ser entregados.
¿Te encuentras frecuentemente realizando actividades de ocio y te cuesta empezar a realizar tus tareas y pendientes?; cuando terminas algo te preguntas constantemente ¿por qué te llevo tanto tiempo realizarlo?
Causas de la procrastinación
Huir de la Incomodidad.- Los seres humanos evitamos la incomodidad a toda costa y por esta razón muchas veces inconscientemente buscamos distracciones a la incomodidad. En este sentido ponerte a hacer tus tareas puede hacerte sentir que estas en un estado de incomodidad que te lleva a buscar pequeños escapes que te permitan sentir placer, entre estos pueden estar, revisar tus redes sociales, como una forma de salir de la incomodidad que te representa hacer la tarea.
Si tienes asignado en tu mente el trabajo como algo que te produce malestar, o no te gusta, probablemente buscarás inconscientemente formas de evadirlo.
Falta de Confianza en uno mismo. – Puedes dejar de lado tus tareas y procrastinar frecuentemente cuando tienes preocupaciones de que otros puedan descubrir que “no eres tan bueno como pensabas”, o que tus resultados no lograrán el impacto que deseabas. Por lo tanto, procrastinar se vuelve una forma de defensa ante el posible ataque que tu trabajo podría recibir de tu entorno. Después de todo, quién desea sentirse de este modo.
Miedo a fallar. – Si siempre dejas las cosas hasta el último minuto, vas a tener una escusa siempre de que dejaste las cosas a último minuto y por esta razón las cosas no salieron como esperabas, tu escusa será no tuve tiempo de dedicarme a realizar la tera y con esto se evita el sentimiento de que tu mejor esfuerzo no fue lo suficientemente bueno. Nadie quiere ser rechazado por su trabajo ni encontrado que sus resultados están sujetos a críticas de calidad, el temor a fallar dejando todo para el último nos protege, después de todo de miradas acusadoras y juicios del entorno.
Tendencias perfeccionistas. – Estas tendencias pueden hacerte sentir incapaz de empezar o avanzar en tu proyecto hasta que sientas que ha quedado “perfecto”, la idea de perfección es completamente subjetiva, haciendo que si no sientes que está completamente perfecto no puedes continuar. Esto no solamente retarda el trabajo, sino que aumenta la angustia hasta que salga el resultado tal como lo habías pensado.
Miedo al éxito. – Otra causa frecuente de la procrastinación es el miedo a que los demás pongan expectativas sobre ti y tu trabajo más alto de lo que crees que podrías llegar a cumplir, y te sientas incapaz de mantener el nivel que la gente espera de ti.
Sentirte abrumado. – Muchas veces puede ser que tu has trabajado muy duro, has dado más de lo que deberías en tu trabajo, y estas físicamente y mentalmente agotado, en este punto tu cerebro necesita descansar y no puede concentrarse con facilidad, busca distracciones constantes que le puedan dar un alivio por todo el trabajo realizado.
Falta de hábitos de trabajo y estudio. – Las habilidades de estudio y de trabajo que no han sido desarrolladas adecuadamente pueden generar dificultad en el inicio y finalización adecuada de las tareas pendientes. Es como en cualquier profesión, si no tienes las herramientas correctas para realizar tu trabajo la tarea será mucho más difícil, imagina a un carnicero que debe cortar toneladas de carne en cierta cantidad de tiempo, si no tiene sus cuchillos bien afilados, tardará el doble de tiempo y necesitará el doble de esfuerzo para lograr su actividad a cabalidad.
Si quieres dejar la procrastinación aumenta tus conocimientos y desarrolla tus destrezas, ya que estas son tus herramientas para lograr el cambio.
Expectativas poco realistas. – Algunas ocasiones las personas, pueden esperar siempre tener el más alto desempeño, y que su trabajo siempre sea calificado como excelente, sin embargo, es importante recordar que somos tan solo humanos, y que si nos enfocamos en las cosas negativas como una oportunidad de mejora a largo plazo, probablemente tendremos más éxito, la procrastinación sucede cuando nos proponemos tener metas prácticamente inalcanzables con el objetivo de lograr una mejor calificación.
Resentimiento. – Muchas veces por más que le pongamos el mejor de los esfuerzos al trabajo y pendientes los resultados no son como esperábamos, y esto puede generar sentimientos de decepción. Entonces talvez tu resentimiento aparezca por sentir que no pudiste hacer las cosas cómo realmente querías. Sentirte que estas en el error puede bajonearte o preocuparte por que se siente internamente con sentimientos de vergüenza y decepción. Y si este es el caso es frecuente que expresemos nuestro resentimiento justamente sin hacer el trabajo que se nos solicitó que hiciéramos, esto es justamente una forma de mostrar nuestra inconformidad.
Hábitos y Estilo de vida. – Si te acostumbraste a posponer la entrega de tus trabajos o pedir extensiones en el plazo para presentar tus proyectos, puede ser inmensamente difícil dar el primer paso para romper ese hábito. Estas situaciones normalmente se agravan cuando te acuestas tarde o consumes alcohol /drogas para distraerte a ti mismo.
Depresión. – La poca habilidad para concentrarte y la falta de motivación pueden ser síntomas de depresión, si tienes otros síntomas como problemas para dormir, falta de energía y apetito, probablemente no sea solamente un problema aislado de procrastinación, pero si puede ser una causa que te impide ocupar tu tiempo adecuadamente. Si este es tu caso no dudes en buscar acompañamiento psicológico profesional.
Rompiendo el hábito de la procrastinación. – Visualiza que quieres lograr, e imagina que acabas de realizar tu trabajo antes de la fecha indicada, visualízate a ti mismo realizando seis horas de trabajo diario y después mírate a ti mismo terminando tu trabajo sin tener cargo de consciencia.
Al hacer este ejercicio de imaginación activa y dirigida, probablemente estas sintiendo bienestar, o sonriendo por el resultado. Este ejercicio permite mejorar tu calidad de vida.
Para poder parar la procrastinación es importante tomar conciencia respecto a qué te está impidiendo trabajar con un ritmo determinado.
A continuación te proponemos algunas sugerencias, revísalas e identifica cuál de ellas te conviene más:
Establece rutinas.- La palabra rutina está mal utilizada, y cuando la escuchamos, enseguida lo asociamos con aburrido, y algo en lo que no se debe caer, sin embargo no debes subestimar el beneficio de la rutina. Empieza cada día a la misma hora, y te darás cuenta de que te será más fácil cumplir los pendientes que tienes.
Ponte en acción.- Pasar del dicho al hecho siempre es el primer paso, puede que estás pensando que mañana será un mejor día para hacer o iniciar cualquier pendiente o proyecto, sin embargo hacer algo y hacerlo ahora pueden ser las claves para salir de la procrastinación, independientemente de que lo que haces sea corto o largo, ponerte en acción es importante.
Toma en cuenta que en la práctica la motivación y el tiempo para hacer las cosas aparecen cuando has comenzado a realizar la tarea, no antes. Comenzar un informe desde la mitad, siempre es más fácil que empezarlo, así que mientras mas rápido encuentres la forma de comenzar algo, más pronto terminaras. Una analogía para este caso sería como cuando vas a nadar en una piscina fría, siempre será mas fácil si solo saltas.
Evita parar por que algo de tu trabajo es difícil.- Recuerda que aceptar el sentimiento de inconformidad o malestar, hace que este se elimine y se vaya. Este sentimiento normalmente desaparece cuando estas realmente involucrado con la tarea. Sin embargo, si la tarea te produce agotamiento mental o físico recuerda que siempre puedes segmentarla, o dividirla en pequeños pasos o procesos para que pueda ser realizada fácilmente.
Cuando te encuentras de frente con un obstáculo, analiza la forma de bordearlo, puedes apoyarte en tu entorno social o familiar más cercano. Es importante que no pongas todo en lista de espera cuando encuentras un problema ya que si lo haces este problema nunca se resolverá y se creará otro problema, y la acumulación de problemas generan agotamiento y malestar profundo.
Organiza una lina de actividades y un cronograma para realizarlas.- Enumera todas los pendientes y trata de estimar cuanto tiempo te llevará realizarlo. Utilizar herramientas de planificación semanal, mensual y anual de manera gráfica puede ayudarte a cumplir con más facilidad tus objetivos.
No te presiones a ti mismo demasiado si las cosas no salen a la perfección, recuerda que lleva tiempo aprender a planificar. Sin embargo, los recursos gráficos de planificación siempre pueden ayudarte a ser mas organizado y cumplir tus pendientes a tiempo.
Organiza tu trabajo de forma satisfactoria. – Es imposible que puedas sentarte a trabajar en un mismo tema durante 40 horas en la semana, date los tiempos de descanso frecuentemente. Piensa en los alpinistas, para conquistar la cima de una montaña no caminan 12 horas seguidas hasta lograrlo, más bien toman un ritmo que incluye tiempo de
trabajo y descanso para poder llegar a la cima sin tener desgaste físico innecesario.
Recuerda que esforzarte más de lo que tu cuerpo te permite puede traer complicaciones físicas y psicológicas que se pueden evitar considerando momentos de pausa en tu rutina.
Deja de fijar objetivos imposibles. – Trabajar bajo metas poco realistas o estándares que no puedes lograr hará que tu trabajo se vuelva fastidioso y que tu te sientas decepcionado de ti mismo y de tu entorno laboral.
Una vez que comienzas tu trabajo siempre puedes revisarlo de acuerdo con tus capacidades y dar lo mejor de ti, pero ponerte metas qué no dependen de ti cumplirlas o que cumplirlas representen una amenaza a tu bienestar mental, seguramente no valen la pena.
Considera tu estilo de vida. – Es difícil trabajar de manera organizada si no tienes hábitos de vida saludables, como un patrón de sueño y de trabajo específico, quedarte despierto hasta altas horas de la noche trabajando y querer dormir en el día es un ciclo difícil de romper. Lo mejor para tu salud, es utilizar las horas del día para trabajar y las de la noche para descansar, si quieres romper este ciclo, trata de respetar tus horas de sueño, y si estas cansado durante el día mantente despierto hasta tu próxima hora de sueño. Para que el ciclo se normalice. Recuerda que utilizar alcohol o Drogas para mantenerte despierto solo empeorará el
ciclo.
Busca ayuda si necesitas. – Romper un hábito no es tarea fácil, recuerda que el asesoramiento psicológico puede darte claves de cómo restructurar tus metas y lograr tus objetivos.