En nuestra cultura hablar de sexualidad sigue siendo un mito. Parece ser que el término Sexualidad y genitalidad se confunden muy fácilmente.
Nuestro bagaje cultural ha instaurado la sexualidad dentro del orden de lo pecaminoso, del discurso de la culpa y del discurso del poder y la falta.
Cuando no se trata de temas sexuales, solemos aceptar cualquier conducta con normalidad, hablar de nuestras acciones es relativamente sencillo, expresar emociones no se vuelve tan difícil, reconocer que tenemos días buenos, días malos, elecciones y gustos diferentes, y elecciones diversas, mostrar nuestra inconformidad ante las cosas que no nos agradan y tomar decisiones distintas.
Sin embargo, cuando se trata de hablar de sexo, se nos traba todo, el lenguaje se vuelve difícil, no podemos expresar las ideas con claridad. Nos olvidamos que cada uno tiene gustos, formas específicas de expresión y maneras de pensar y actuar. Pensar de esta manera nos lleva a buscar de una forma u otra que existe una manera “correcta” de tener un acercamiento sexual, buscamos que estas experiencias nos dejen completamente satisfechos, ya que lo vemos como un conjunto de pasos mecanizados, estandarizados para todos que deben seguirse de manera “metodológica” para encontrar el máximo placer en el ámbito sexual. Haciendo de la conducta sexual algo que debería ser predecible, y categorizarse en experiencias buenas, satisfactorias y que cumplan con las expectativas que teníamos antes de empezar el acercamiento sexual. Nada más errado en el tema sexual. El comportamiento sexual al igual que el comportamiento humano dependerá de las personas, de sus gustos, de sus intereses, de sus formas de expresión con el otro.
Para esto, es importante sintonizar primero con nosotros mismos, responsabilizarnos a nosotros de nuestra propia búsqueda de placer, y no delegar esto a la pareja.
Para lograr todo esto es importante conectar primero con uno mismo, y a veces, aunque esto parezca muy simple, es realmente una de las tareas más difíciles de lograr. Pareciera ser que poder admitir nuestras tendencias, gustos, y preferencias sexuales, es algo no muy permitido y que no se puede dialogar abiertamente.
En terapia de pareja es frecuente notar que muchos de los problemas referentes al sexo en la pareja se resuelven tan solo otorgando a la pareja el permiso de hablar claramente sobre el sexo.
Abrir un espacio de comunicación respecto a lo que se espera en el sexo, expresar sentimientos y emociones contenidas y recibir retroalimentación de su pareja, ayuda a mejorar la calidad de las relaciones sexuales considerablemente. Sin embargo, no es común encontrar en el diálogo de una pareja que se topen estos asuntos con naturalidad y confianza.
Para algunas parejas el obtener información, aunque sea limitada respecto al sexo pudo ayudar a que ciertas dificultades sexuales desaparezcan, así como, para otras parejas el tener un acercamiento distinto a la fisiología del sexo, entendiendo posiciones o técnicas puede ser de gran ayuda al momento de resolver sus dificultades sexuales.
A continuación, te presentamos algunas dificultades comunes que surgen en torno a lo sexual:
- Darte permiso. – La parte más difícil no es darte permiso para hablar de sexo, muchas veces es darte permiso para pensar en el sexo, para fantasear, y para hablar del mismo; pero sobre todo, es importante entender que está bien y es aceptable que puedas tener tus propios gustos y disgustos cuando se trata de sexo, y que no existen conductas esperadas, válidas o correctas sobre el tema.
Tristemente, muchas personas han crecido creyendo erróneamente que es malo tener deseos y sentimientos sexuales. De hecho, la experiencia en acompañamiento terapéutico a parejas ha demostrado que la mayoría de la gente mira su avance en sus problemas sexuales cuando se dedican a practicar en el sexo lo que realmente les hace disfrutar, en lugar de dedicarse a poner reglas acerca de lo que a el/ ella y su pareja debería gustarle, o a seguir modelos escuchados y aprendidos en televisión o en literatura.
Una sana experiencia sexual siempre estará ligada a los lazos de la salud y seguridad y desde la certeza de que la conducta sexual no esté en contra de la libertad de otros. Permitirse disfrutar desde la libertad de romper con “lo esperado” en las conductas sexuales, y dedicarse a experimentar y sentir este espacio de profunda conexión con la otra persona.
Tener una sana experiencia sexual no siempre es fácil, por esa razón es recomendable, abordar estos temas en psicoterapia de pareja con el fin de que sean entendidos de manera adecuada; y sobre todo, bajo la premisa de darse permiso de dialogar sobre las conductas sexuales esperadas de tu pareja, y conocer lo que tu pareja espera de ti dentro de un entorno de respeto, aceptación y confianza, permite mejorar significativamente la calidad de tus relaciones sexuales
Información limitada. – Muchos problemas pudieran resolverse si se cuenta con la información suficiente, de por qué ocurren, cómo se identifican y que hacemos para mejorar el conflicto.
Al hablar de sexo, lastimosamente tenemos demasiados prejuicios y tabús que no nos permiten hablar abiertamente de sexualidad, ni investigar tranquilamente dudas normales que aparecen sobre el tema.
La ignorancia sobre el comportamiento sexual humano perpetúa muchas dificultades sexuales. ¿Tienes conocimiento sobre qué aspectos influyen en la falta de deseo sexual?, conoces ¿cómo el estrés puede afectar a la calidad de tus relaciones sexuales?, sabes ¿cómo el uso de pornografía puede afectar significativamente tu vida sexual? ¿Conocías que muchos de los orgasmos presentados en televisión son ficticios, donde no representan la mayoría de las experiencias sexuales de las parejas? ¿Sabías que el apetito y las preferencias sexuales cambian conforme la persona va envejeciendo? ¿Sabías que el desconocimiento sobre técnicas anticonceptivas y transmisión de enfermedades venéreas suelen producir un gran malestar por el desconocimiento de cómo estos factores pudieron ser evitados?
Existe muchísima información valiosísima sobre el sexo, sin embargo, puede ser desvirtuada por efectos de creencias religiosas y tabú.
Sin embargo, si tienes dudas respecto al tema siempre puedes consultar a tu psicólogo de confianza quien te brindará un espacio de escucha sin juicios donde se podrá abordar el tema de manera científica y oportuna.
- Ausencia de Sugerencias Específicas. – cuando se trata de sexo, es difícil hablar de las situaciones que no te permiten disfrutar adecuadamente. Muchas dificultades sexuales como dolor en el momento del coito, inhabilidad para lograr el orgasmo o disfunciones eréctiles pueden ser fácilmente ayudadas si se cambia la rutina o las posiciones sexuales. Literatura de sexo, consejos médicos, psicoterapia de pareja, terapia sexual, puede ayudarte a encontrar sugerencias prácticas y específicas a tu problema para resolverlo de raíz y volver a tu práctica sexual desde un enfoque de placer y vínculo con tu pareja.
Terapia Sexual: Una forma de Tratar los problemas sexuales
Pensar en que tu pareja y tú requieren de la ayuda de una terapia sexual puede generar un incremento en los niveles de ansiedad. La ansiedad o temor a realizar esta terapia, se produce por el miedo a que tu vida sexual sea expuesta desde una forma invasiva, sin embargo, la psicoterapia sexual se orienta desde un enfoque completamente vincular y de respeto a la relación. Así que no permitas que estos miedos te impidan lograr la ayuda que necesitas.
Esta terapia aparte de ser completamente confidencial abre un espacio de diálogo donde se puede escuchar sin juicio las necesidades, deseos, expectativas de cada miembro de la pareja, aparte que recibirás información apropiada sobre el funcionamiento sexual humano, y recomendaciones de ejercicios sexuales para ser practicados en casa. kikiukmn
Normalmente esta terapia tiene un alto índice de éxito, sin embargo, requiere compromiso para completar el programa terapéutico de intervención.
A pesar de que la vergüenza, inhibición e ignorancia son la causa mayor de los problemas sexuales, muchas personas, lamentablemente se quedan atrapadas en el problema, en lugar de intentar resolverlo.
Lastimosamente cuando de problemas sexuales se tratan muchas personas se acostumbran a un modelo disfuncional sexual, que deja sentimientos de insatisfacción y sensación de abandono y vacío, y posiblemente resentimiento con tu pareja, ya que el concepto del placer está mal entendido. Culturalmente se ha asignado al hombre durante muchos años a ser el “responsable del placer de su pareja” y el placer tiene que ver más bien con un descubrimiento personal y con el darte el permiso de vivir intensamente, las experiencias agradables de la vida.
Existe un alto rango de dificultades de pareja. Sin embargo, está probado científicamente que la psicoterapia puede ser una gran ayuda para permitir clarificar la complejidad de los problemas en una relación de pareja. Así que, si sientes que no estás experimentando, placer ni gusto por tus relaciones sexuales, evita adaptarte a esto y pide ayuda, a veces la solución es más sencilla de lo que crees. El entendimiento sexual en una pareja es absolutamente necesario para que la estabilidad de la pareja pueda funcionar.
Recuerda que el placer es una responsabilidad personal, no una obligación de tu pareja. La pareja en este aspecto sólo existe como un apoyo en tu búsqueda para encontrarlo, mas no reside en la pareja la responsabilidad de otorgártelo.
No basta con adaptarse a algo disfuncional, siempre puedes lograr que tus relaciones sean mejores y más placenteras.