Hablar de insomnio puede parecer anticuado y referirse como un problema. De hecho perder unas cuantas noches de sueño no te enfermará, ni tendrá un impacto fuerte en tu rutina. De hecho algunas noches en vigilia y tu cuerpo intentará equilibrarse posteriormente y dormir el tiempo que requiere para recuperar la energía.
Sin embargo, la falta de sueño puede ser un factor complicado que termina incrementando los niveles de estrés en tu rutina diaria. Pero, por otro lado, no es raro, hoy en día encontrar que algunas personas han desarrollado estilos de vida donde sus patrones de sueño son insuficientes. Entonces surge el interrogante de ¿cómo mientras a unas personas el no dormir puede afectarle significativamente, a otras parece no afectarles?
Para resolver este dilema, hay que entender que no dormir es un asunto que tiene incidencias de malestar clínico y hay que tratarlo como un problema que requiere ser intervenido para mejorar.