Por: Paula Tamayo
Muchos de nosotros hemos presenciado escenas en las películas donde una persona es expuesta a una serie de actos violentos con el único fin de obtener información valiosa de ella. Hemos visto las herramientas de dolor que utilizan los torturadores, los métodos de tortura usados para extorsionar a un individuo, las palabras y frases que salen de sus bocas con el único fin de dañar al sujeto que tienen en frente con tal de obtener lo que quieren. Pero jamás nos hemos puesto a pensar si todo lo que observamos en el cine tiene un poco de verdad escondida entre sus grabaciones, pues ¡Claro! Todo es ciencia ficción.
O al menos debería serlo.
Sin embargo, la tortura existe y, a pesar de que actualmente es considerado un crimen contra la humanidad y es penado por la ley en todas las regiones del mundo, éste aún se sigue practicando. El acto de torturar sigue dejando víctimas a su paso y las víctimas de tortura que sobreviven a estas prácticas atroces presentan secuelas y consecuencias negativas tanto en el ámbito físico como en el ámbito psicológico.
Siendo la tortura un tema de suma importancia, se encuentra la necesidad de informar a la población acerca de qué es la misma y todas las consecuencias que desencadena su práctica en las víctimas de tortura.
- ¿Qué es la tortura?
Es toda clase de acto físico, mental o sexual que causa daños y dolores a una persona específica con el objetivo de obtener cierta información, confesión o también castigarla e intimidarla. Se debe reconocer que el fin último de la tortura es destruir la personalidad de una persona y, para ello, los torturadores utilizan distintos tipos de métodos que inciden principalmente en la mente de un sujeto, sin necesidad de dañar el cuerpo. Algunos de estos métodos incluyen: no permitir que la víctima concilie el sueño, evitar la alimentación, la restricción de las necesidades fisiológicas, la privación de atención médica, humillaciones, amenazas, burlas, ataques a la autoestima, generar sentimientos de culpabilidad, violencia farmacológica, entre otros (Robaina, 2016).
- Consecuencias en las víctimas de tortura (Robaina, 2016):
Las víctimas que viven para contar sus experiencias después de haber soportado este tipo de crimen, generalmente presentan consecuencias que son evidentes a lo largo del tiempo que surgen en las áreas tanto físicas como psicológicas. Algunas de ellas son las siguientes:
- Trastorno de Estrés Post-Traumático: Se da la característica específica de que la víctima no puede dejar de pensar en lo sucedido y tiende a rememorar constantemente las experiencias que provocaron daños en ella (Octavio, 1999).
- Conflictos en los vínculos significativos: Una persona que fue víctima de tortura es incapaz de relacionarse bien con la familia, especialmente con los hijos. Se da una ruptura de la relación familiar y lo más preocupante surge cuando estas secuelas se transmiten a nivel generacional por medio de gestos, posturas y conductas.
- Desconfianza: El haber sufrido experiencias impactantes donde el torturador se centraba en jugar con la mente de la víctima, causó que la seguridad y confianza que el sujeto tenía antes de ser torturado, se destruya. En sus futuras relaciones no será capaz de crear relaciones basadas en la confianza debido al miedo que ésta puede provocarle.
- Depresión y ansiedad.
- “Coraza resistente”: Las víctimas de tortura desarrollan estrategias que les permiten soportar los daños que su torturador está tratando de causar. Una de estas estrategias se basa en controlar las emociones de angustia y no permitir que las mismas se apoderen de sus estados de ánimo pues esto se traducía en debilidad y era precisamente lo que el torturador buscaba en ellos. En el futuro, la víctima tenderá a ocultar sus emociones tanto positivas como negativas.
- Sentimientos de culpa: Algunos métodos de tortura psicológica se basan en hacer sentir culpable y responsable a la víctima de lo que le sucede tanto a ella como a las personas queridas de su entorno. Las amenazas constantes pueden provocarle un daño en su concepción de sí misma.
- Pasividad y asilamiento: Una víctima de tortura tiende a alejarse de círculos sociales y a aislarse de los mismos debido al temor y desconfianza que estos le provocan. La pasividad se ve reflejada en rutinas aseguradoras o mantener dependencia hacia sus seres queridos.
- “Huellas en el cuerpo”: Existen enfermedades físicas desarrolladas debido a la tortura como patologías osteoarticulares, osteomioartritis, dolores crónicos, afecciones neoplásicas, enfermedades auto-inmunes, entre otras.
- Síntomas que presenta una Víctima de Tortura:
La sintomatología común que presenta una víctima de tortura no se suele identificar inmediatamente, es decir, los problemas aparecen tiempo después del último contacto con los torturadores. Con frecuencia, los síntomas más comunes son mentales:
- Depresión.
- Inestabilidad afectiva.
- Pérdida de memoria.
- Pérdida de concentración.
También los síntomas se presentan de manera fisiológica y se traducen en dolores de músculos.
Como podemos observar, las consecuencias a nivel físico y psicológico son devastadoras para las personas que han sobrevivido a los episodios de tortura. Los diferentes tratos que cada una de ellas recibió cuando se encontraron en esta terrible situación les provocó heridas que no son fáciles de sanar pues desembocan en sufrimiento, aislamiento, sentimientos de culpa, depresión, ansiedad y desconfianza. Asimismo, estas heridas pueden verse reflejadas en los distintos tipos de síntomas que son claves de identificar para poder actuar a tiempo.
Si tú o alguien perteneciente a tu círculo social han cursado por alguna situación similar a las descritas con anterioridad e identifican los síntomas que acarrea esta problemática, buscar ayuda profesional puede ser la mejor solución. Es por este motivo que el Centro Psicológico Escucharte abre sus puertas para ayudar a sobrellevar estas dolencias.
Referencias:
Octavio, M. M. (1999). Tortura, dolor psíquico y salud mental. CODHEM, Revista Derechos Humanos. Órgano Informativo de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México, (37).
Petersen, Hans Draminsky, & Rasmussen, Ole Vedel. (1995). Evaluación médica de testimonios de tortura y participación de los médicos en la tortura. Medicina Legal de Costa Rica, 11-12(2-1), 20-28. Retrieved June 27, 2021, from http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-00151995000200005&lng=en&tlng=es.
Robaina, M. C. (2016). Efectos tardíos de la tortura. Reparación y aportes desde la psicología. ILCEA. Revue de l’Institut des langues et cultures d’Europe, Amérique, Afrique, Asie et Australie, (26).
Rojas-Guevara, Jorge Ulises . Córdoba-Parra, Juan David . Bohórquez, Gabriel Antonio . Vega-Contreras, Ricardo Antonio . Prada-Tiedemann, Paola. (2021) El papel de los equipos caninos detectores de restos humanos en la investigación criminal. Revista Científica General José María Córdova, 19. DOI: 10.21830/19006586.638